En 1997, unos arqueólogos desenterraron un esqueleto en posición fetal en Toca dos Coqueiros, un yacimiento arqueológico del Parque Nacional de Serra da Capivara, en Brasil. Basándose en el tamaño y la forma del cráneo, identificaron los restos como femeninos y bautizaron el esqueleto con el nombre de Zuzu. Pero esa clasificación ha seguido envuelta en la polémica (se abre en una nueva pestaña) , ya que muchos investigadores afirman que el difunto era en realidad varón;
Ahora, una nueva aproximación facial del cráneo de 9.600 años de antigüedad puede ayudar a poner fin a este debate;
El año pasado, los investigadores tomaron docenas de fotos desde distintos ángulos del cráneo, que se expone en el Museo de la Naturaleza de Piauí (Brasil). Utilizando la fotogrametría, unieron digitalmente las 57 fotografías para crear un modelo virtual en 3D del cráneo "con el fin de revelar el rostro de esa figura tan misteriosa y tan importante para la historia de Brasil", escribieron los investigadores en su estudio (se abre en una nueva pestaña) , publicado el 25 de enero.
"Tratar de recuperar la apariencia que un individuo tenía en vida hace miles de años es una forma de traerlos a la actualidad, acercándolos al público", dijo a Live Science en un correo electrónico el primer autor Moacir Elias Santos (se abre en nueva pestaña) , arqueólogo del Museo de Arqueología Ciro Flamarion Cardoso de Brasil. "El principal interés era poder vislumbrar el rostro de Zuzu, cuyo esqueleto es uno de los hallazgos más importantes de la región del Parque Nacional Serra da Capivara".
Para fundamentar su trabajo, utilizaron tomografías computarizadas (TC) de donantes virtuales vivos y aplicaron esa información (se abre en nueva pestaña) para "ajustar la estructura del cráneo" mediante la inclusión de marcadores de grosor de los tejidos, explicó a Live Science en un correo electrónico el coautor del estudio, Cícero Moraes (se abre en nueva pestaña) , experto brasileño en gráficos.
"[Ajustamos] la estructura del cráneo para transformar el cráneo del donante en un volumen casi igual al cráneo de Zuzu", explica Moraes. "Cuando hacemos esto, el tejido blando sigue esta deformación
Los investigadores crearon dos resultados, ambos representando a un hombre joven con nariz y labios anchos. Una de las aproximaciones incluía pelo y cejas a partir de la información facilitada por los donantes virtuales, y la otra presentaba a Zuzu con los ojos cerrados y sin pelo. Como el rostro digital estaba "ligeramente demacrado", los investigadores retrajeron la mandíbula inferior para que coincidiera con un hueco que se produjo por la falta de algunos dientes, según el estudio.
"Aunque el cráneo tiene afinidad con una población asiática, entre los individuos de esa ascendencia hay un gran número de diferencias estructurales, que se sortean cerrando los párpados", escribieron los investigadores en el estudio. "La imagen también se renderizó en escala de grises (blanco y negro), ya que no hay información precisa sobre el color de la piel. Por lo tanto, dicha imagen sería lo más parecido a lo que podría ser el rostro real"
"Lo más interesante al contemplar el cráneo de Zuzu es hacerse una idea de cómo habría sido en vida", dijo Santos. "Es un reencuentro con uno de los antepasados más antiguos de nuestro país".